¿PUEDEN LAS LENTILLAS EVITAR LA SEQUEDAD OCULAR?
Antes de responder afirmativa o negativamente, convendría saber que la aparición de la sequedad ocular puede ser debida a múltiples factores: desde un uso excesivo de dispositivos digitales hasta un parpadeo inadecuado durante un elevado número de horas, pasando por un mantenimiento ineficiente de las lentillas así como estar expuestos a ambientes con temperaturas inapropiadas.
Por tanto, el primer paso es averiguar cuál es su origen; la causa real de la sensación de sequedad. Y huelga decirlo, pero es el óptico-optometrista quien mejor valorará este origen y en consecuencia qué lente de contacto será la mejor para cada situación.
Sin embargo, el papel del profesional no se detiene aquí, porque, al fin y al cabo, cada persona posee una naturaleza intrínseca de superficie ocular, y puede darse un desequilibrio ente los tres componentes de la lágrima: a saber, mucina, agua y lípidos, desembocando también en la sequedad ocular.
En consecuencia, tenemos por un lado causas exógenas y, por otro, propias de nuestro metabolismo. Analizar cuáles son las que determinan en mayor o menor medida la sequedad es el papel primordial del óptico-optometrista. Y lo más importante si cabe, a partir de este análisis, este sabrá qué lente de contacto es la más adecuada para cada tipo de usuario.
Y justo es en ese el momento cuando entran acción las lentes de contacto de uso diario, semanal o mensual. Cada una de ellas con unas características propias y singulares.
Por ejemplo, en las de uso mensual se buscan materiales con características de baja hidratación. Los fabricantes han dedicado mucho tiempo en el estudio del porqué de la deshidratación y han dado con materiales con una alta efectividad en este aspecto. Los polímeros derivados de la silicona se han revelado como los más adecuados debido a su mayor aporte de oxígeno a la vez que facilitan una mayor comodidad en el porte de la lente.
Es evidente, por otro lado, que las de uso diario siempre se mantienen en perfecto estado de revista, y no existe prácticamente un mantenimiento de limpieza. Ahora bien, su uso estará condicionado por dos criterios: el primero, ¿cuál va a ser su uso? (una situación puntual, como una actividad deportiva o una salida de naturaleza lúdica o cultural); el segundo, el propio beneficio del usuario; es decir, preservar la salud de la superficie ocular que puede haberse visto mermada por diferentes causas: una reacción de la córnea o conjuntiva debido al sobreuso de las lentes de contacto en años anteriores, sequedad ocular, úlceras recidivantes como consecuencia de la alteración corneal o el simple hecho de una reducción de la cantidad acuosa de la lágrima.
Además, existen medidas complementarias como una higiene palpebral adecuada, la reducción de hora de exposición o el uso de lágrimas artificiales que pueden mitigar los síntomas de enrojecimiento y/o sequedad ocular.
¿Cuáles son entonces las mejores lentillas para evitar la sequedad ocular?
La respuesta la tiene el óptico-optometrista una vez analizados todos y cada uno de los factores, porque hay usuarios más proclives para las de uso diario, y otros, para las de carácter semanal o mensual.
HABLAMOS DE SU CORRECTO MANTENIMIENTO
Un correcto mantenimiento y manipulación de las mismas evitarán las molestias que suelen desembocar por ejemplo en conjuntivitis o úlceras.
Primero de todo, y aunque parezca una obviedad: HIGIENE, porque antes de manipular unas lentes de contacto hay que lavarse las manos, secárselas a continuación, y sólo entonces proceder a ponerlas o quitarlas.
Por otra parte, ÓPTICA & AUDIOLOGÍA SAVIS aconseja tener una uñas lo más cortas y cuidadas posibles para no dañar ni la lente y por supuesto nuestro ojo.
Pasos para su correcta colocación:
- Comprobar que las lentillas no están deterioradas o tienen alguna pestaña o partícula.
- Colocar la lente en la posición correcta en la punta del dedo índice. Si es necesario poner una gota de solución única.
- Sujetar el párpado inferior con la mano izquierda.
- Colocar la lentilla suavemente sobre la córnea, intentando no parpadear.
- Una vez cerrado el ojo, mirar arriba y abajo y hacia los lados para que la lentilla se quede centrada.
- Repetir con el ojo izquierdo.
Para quitarlas:
1) Preparar el estuche con solución única.
2) Sujetar el párpado inferior con la mano izquierda.
3) Pinzar la lentilla del ojo derecho con la punta del dedo pulgar e índice.
4) Dejar la lentilla en el estuche y rellenar de solución única hasta las marcas.
5) Repetir con el ojo izquierdo.
MANTENIMIENTO PROPIAMENTE
1) Para las lentillas desechables mensuales debe cambiarse la solución única todos los días. Cuando se coloquen en los ojos se retira la solución que ha estado toda la noche con las lentillas.
2) Debe respetarse el reemplazo mensual de estas lentillas para evitar posibles problemas.
3) Sustituir de forma periódica el estuche cuando se abra un nuevo bote de solución única (normalmente están incluidos).
4) No superar el horario estipulado para evitar deshidrataciones excesivas.
5) En caso necesario, emplear tabletas enzimáticas para limpiar las proteínas depositadas sobre las lentillas.